Recientemente, El País aplicó a un ERE por el que expulsó del diario a 129 periodistas, muchos con décadas de experiencia a sus espaldas, al tiempo que se cerraron todas las delegaciones regionales del periódicos. El consejero delegado de Prisa (propietaria del diario) y primer director de El País, Juan Luis Cebrián, se permitió el lujo de hablar poco menos que de periodistas caducos.
Hoy tenemos en portada el nuevo periodismo.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/12/26/andalucia/1356549355_494443.htmlHallado en una charca el cadáver del bebé desaparecido tras confesar el secuestrador
La Guardia Civil ha localizado a la niña de 16 meses tras confesar el autor del secuestro
El supuesto asesino estaba oculto en un cortijo de un familiar, donde había pañales y leche
El instituto armado sostiene que mató y arrojó a la balsa al bebé
Marta Soler Almería 28 DIC 2012 - 00:34 CET458
Los peores presagios se han cumplido.
El bebé desaparecido hace ocho días en una zona rural de Almería tras haber sido
secuestrado por un amigo de la madre ha sido
hallado muerta esta noche en una charca de agua cercana al cortijo de Fiñana
en el que esta misma tarde fue detenido el presunto raptor, Jonathan Moya González.
Este acabó confesando el crimen tras horas de interrogatorio, en las que
indicó el lugar en el que se encontraba la niña, de 16 meses. Allí la Guardia Civil
ha encontrado el cadáver de la menor. Las fuentes del instituto armado consultadas no han podido precisar de momento la causa de la muerte. Estas fuentes aseguran que la muerte no fue accidental, sino que el detenido dio muerte a la niña y la arrojó a la charca, donde fue localizada finalmente por los submarinistas de la Guardia Civil (GEAS).
La Guardia Civil de Almería había detenido en la tarde de este jueves en una vivienda de Fiñana, en la comarca de Nacimiento, a Jonathan Moya González, el supuesto secuestrador de la niña de poco más de un año a la que se buscaba desde el pasado día 20, fecha en la que su madre denunció la desaparición. También ha sido detenida una segunda persona del entorno del primer arrestado por prestarle algún tipo de ayuda, según fuentes de la investigación. El primer detenido se encontraba en un cortijo. El ahora confeso autor del crimen tiene 25 años y es natural de Abrucena. Le constan varios antecedentes policiales y salió de la prisión de El Acebuche, de Almería, el pasado mes de julio por un delito de estafa.
El detenido se encontraba solo en el momento de la detención en el cortijo de sus abuelos paternos, aislado del núcleo urbano de Fiñana, y que ya había sido registrado en días anteriores por efectivos de la Guardia Civil sin que hasta el momento se hubieran encontrado pruebas de la presencia del joven ni de la niña, de 16 meses. Este jueves sí pudieron ver sobre una mesa cartones de leche y pañales de bebé. Este dato llevó a pensar que la menor podría encontrarse con vida.
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En un primer momento, el supuesto raptor aseguró haber entregado al bebé a una segunda persona, quien habría estado ayudando a Jonathan durante estos ocho días de secuestro, y sobre esa línea se trabaja actualmente. Posteriormente se derrumbó y acabó confesando el lugar donde estaba el cadáver. El detenido fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Almería donde prestó declaración durante la tarde. El juez de menores ha decretado el secreto de sumario.
La desaparición del bebé se produjo el día 20 por la tarde en el término municipal de Gérgal. El detenido, la madre y la niña viajaban en coche por una carretera comarcal a unos 30 kilómetros del lugar en el que se produjo la detención. El joven fingió un fallo en el motor y pidió a la madre que bajara del turismo para empujar. Aprovechó el momento y se dio a la fuga con la menor, tal y como relató la mujer a los vecinos que le asistieron y le condujeron hacia un restaurante desde el que telefoneó a la Guardia Civil para denunciar el suceso.
La madre de la víctima es de La Palma del Condado (Huelva) y conoció a Jonathan Moya a través de una página de contactos de internet. Ambos se habían visto en un par de ocasiones en Huelva, según familiares de la mujer, que actualmente se encuentra junto a su madre en una casa de acogida en Almería a la espera de la evolución de la investigación sobre el paradero de su hija. Era la primera vez que ella se trasladaba a Almería para pasar unos días con el detenido, con quien parece ser que había iniciado una relación sentimental.
El detenido es natural de Abrucena y conoce bien la zona, que ha sido peinada por los agentes de la Guardia Civil desde hace ocho días.
El primer párrafo es una antología de lo que no debe hacerse en periodismo.
Ciertamente se puede hablar de "el bebé" aunque sea de género femenino, pero siendo así, se respeta el género masculino asociado a la palabra bebé, o se usa el femenino.
1º) Pero esta señorita en el primer párrafo nos habla de "el bebé", "desaparecido" y "secuestrado" para en el mismo escribir "hallado muertA". Debería de haber dicho "hallado muerto" o haber hablado de "la bebé" y ceñirse al "halladA muerta", confunde los géneros.
2º) En una información que el propio periódico data hoy, habla de que el cadáver fue hallado "por la tarde", luego se está refiriendo obviamente a "ayer" y no a hoy. Es un error propio de periodistas nóveles. Debería de haber escrito "el cadáver se halló ayer" y no "fue hallado esta tarde".
3º) Lo acrecienta cuando en el mismo párrafo y para referirse al secuestrador sí dice que "fue detenido ayer" (apenas hubo diferencia de horas entre su captura y la aparición del cadaver tras la confesión en el interrogatorio).
4º) Para referirse al secuestrador sin repetir la expresión y sin nombrarlo, recurre al pronombre "éste", que este caso se acentúa pero no lo hace, lo deja sin acentuar.
5º) Nuevamente incurre en el error de los tiempos y sustantivos verbales cuando hace referencia a que "ayer" el secuestrador "acabó confesando" e "indicó el lugar", para acto seguido decir que la Guardia Civil, tras la confesión y señalamiento del lugar "ha encontrado (ayer)" el cadáver...
Todo esto en el primer párrafo de la noticia. Qué pena de periodismo español y cómo acabaremos hablando, escribiendo y discerniendo dentro de una o dos décadas. Todo conduce a la quiebra de la lógica tras la pérdida del conocimiento de la expresión.