CON ESTA DEFENSA, NI UEFA.

[masala]

Anda que no nos vamos a acordar de la lesión de Drago ni ná.

Un saludo.

[de olivella]

menos mal que el 15 de mayo se acaba la liga, que artura de temporada

[Platon]

Central del Sevilla B, laterales: uno que parece de segunda y el otro un remiendo que no sabe que hacer con el balon en los pies + un escude de fisico bastante mejorable.

Esta planificacion ha hecho que nos juguemos la champions asi, aparte de muchos partidos importantes durante toda la temporada.

Lesionados recurrentes + baja forma + poca profesionalidad = pelotazo seguro

No es normal que juan cala sea el unico de abajo que tenga conceptos de jugar hacia adelante con sentido, y no es normal porque no entraba en los planes.

[masala]

Y no son solo los mimbres que componen a la defensa, sino cómo se defiende. Empezando por los mediocentros. Creo que no hay ningún equipo en primera que le de tantos metros al rival. Aquí no se está encima de nadie, no se agobia, no se sigue a los rivales en sus movimientos. Es pasmoso ver lo cómodos que reciben todos los jugadores contrarios. Y si están de espaldas, pues tranquilamente se dan la vuelta que ya habrá alguien mirando lo bien que hacen la maniobra.

Con Junade y con Caparrós esto era clave en nuestro juego. Siempre achuchábamos a quien tenía el balón... y a quien no lo tenía también. Es que cuando veo a los rivales pasándose la pelota a dos metros de nuestro área como si estuvieran en una pachanguita entre amigotes se me revuelve el alma. Es que lo principal es estar echándole el aliento en el cogote al contrario, agobiándolo, impidiendo no ya que maniobre con holgura sino que piense con fluidez, es la única manera de propiciar el error.

Esta es la mayor perdida de entidad del Sevilla F.C. en el periodo de JImenez. Y por lo visto, ÁLvarez tampoco tiene cojones de encontrarla. Este equipo no tiene intensidad, defiende mirando, no presiona, recula y se acurruca en nuestro área esperando que al rival le de por perder el balón. Con ello se perdieron los robos en las posiciones adelnatadas, y a partir de ahí el juego rápido e incisivo del que hacíamos gala en nuestra mejor época. Aquí no presiona ni Zokora. Todos se dedican a mirar lo buenos que son los contrarios. Hay una falta de intensidad alarmante, ya no sé si es por físico, por concepto, o por el demonio que lo entienda.

Últimamente era Drago el único que perseguía al delantero que bajaba a recibir. Nuestros laterales no achican en banda. Es que parece de parvulario que hasta dejen a los contrarios volverse y ponerse de cara. Escudé ha dado un bajonazo terrible. Nunca se caracterizó por su contundencia, pero sabía estar colocado y atento, y además tenía como gran virtud la salida de balón que ofrecía. Pues ahora ni eso. Y aparte de personalizar, creo que es un problema de concepción del trabajo defensivo. Este equipo, durante la época de Jiménez, se ha acostumbrado demasiado a vivir cómodamente en la cueva, bien arropaditos atrás, a conceder muchos metros y muchas opciones a los contrarios.

Lo principal que se debe mejorar es la intensidad. La tenemos absolutamente perdida. Sin ella no se pueden adelantar las líneas de presión porque la presión sencillamente no existe. Qué lástima lo que nos dejamos por el camino, era la clave de ese Sevilla creciente desde la época de Joaquín Caparrós. Intensidad, ritmo, implicación uniforme, más intensidad, rapidez, y otra vuelta de tuerca más hasta desquiciar a cualquier rival. ¿No recordáis cuando media España pensaba que la famosa papilla estaba cargada de productos dopantes? Si es que daba miedo ver como los nuestros se comían a los rivales, la fuerza con la que jugaban, la manera de robar terreno, de achicar. Joder, qué tiempos.

Dicen que se juega como se entrena. Me imagino cómo se ha venido haciendo en los últimos tiempos.

Un saludo.

[NODO SFC 1905]

Y no son solo los mimbres que componen a la defensa, sino cómo se defiende. Empezando por los mediocentros. Creo que no hay ningún equipo en primera que le de tantos metros al rival. Aquí no se está encima de nadie, no se agobia, no se sigue a los rivales en sus movimientos. Es pasmoso ver lo cómodos que reciben todos los jugadores contrarios. Y si están de espaldas, pues tranquilamente se dan la vuelta que ya habrá alguien mirando lo bien que hacen la maniobra.

Con Junade y con Caparrós esto era clave en nuestro juego. Siempre achuchábamos a quien tenía el balón... y a quien no lo tenía también. Es que cuando veo a los rivales pasándose la pelota a dos metros de nuestro área como si estuvieran en una pachanguita entre amigotes se me revuelve el alma. Es que lo principal es estar echándole el aliento en el cogote al contrario, agobiándolo, impidiendo no ya que maniobre con holgura sino que piense con fluidez, es la única manera de propiciar el error.

Esta es la mayor perdida de entidad del Sevilla F.C. en el periodo de JImenez. Y por lo visto, ÁLvarez tampoco tiene cojones de encontrarla. Este equipo no tiene intensidad, defiende mirando, no presiona, recula y se acurruca en nuestro área esperando que al rival le de por perder el balón. Con ello se perdieron los robos en las posiciones adelnatadas, y a partir de ahí el juego rápido e incisivo del que hacíamos gala en nuestra mejor época. Aquí no presiona ni Zokora. Todos se dedican a mirar lo buenos que son los contrarios. Hay una falta de intensidad alarmante, ya no sé si es por físico, por concepto, o por el demonio que lo entienda.

Últimamente era Drago el único que perseguía al delantero que bajaba a recibir. Nuestros laterales no achican en banda. Es que parece de parvulario que hasta dejen a los contrarios volverse y ponerse de cara. Escudé ha dado un bajonazo terrible. Nunca se caracterizó por su contundencia, pero sabía estar colocado y atento, y además tenía como gran virtud la salida de balón que ofrecía. Pues ahora ni eso. Y aparte de personalizar, creo que es un problema de concepción del trabajo defensivo. Este equipo, durante la época de Jiménez, se ha acostumbrado demasiado a vivir cómodamente en la cueva, bien arropaditos atrás, a conceder muchos metros y muchas opciones a los contrarios.

Lo principal que se debe mejorar es la intensidad. La tenemos absolutamente perdida. Sin ella no se pueden adelantar las líneas de presión porque la presión sencillamente no existe. Qué lástima lo que nos dejamos por el camino, era la clave de ese Sevilla creciente desde la época de Joaquín Caparrós. Intensidad, ritmo, implicación uniforme, más intensidad, rapidez, y otra vuelta de tuerca más hasta desquiciar a cualquier rival. ¿No recordáis cuando media España pensaba que la famosa papilla estaba cargada de productos dopantes? Si es que daba miedo ver como los nuestros se comían a los rivales, la fuerza con la que jugaban, la manera de robar terreno, de achicar. Joder, qué tiempos.

Dicen que se juega como se entrena. Me imagino cómo se ha venido haciendo en los últimos tiempos.

Un saludo.

El Sevilla de Manolo Jiménez dejó de trabajar hace dos años el concepto de presión, de atosigar al rival.

Arriba no se presionaba y la línea defensiva del mediocampo se diluía con la propia de la defensa al jugar pegada casi en nuestro propio área y mezclarse ambas mucha veces desordenadamente y sin ton ni son. Y digo línea defensiva y no de presión porque presionar no presionaba.

Presión es, por ejemplo, lo que hace el Barsa. Cuando un jugador rival tiene la pelota, no se contentan con que no pase poniéndose delante, no. Se la quieren quitar, intentan arrebatársela.

Eso, el Sevilla de Manolo Jiménez dejó de hacerlo hace dos años y el Sevilla de Antonio Álvarez sigue sin intentarlo.

Por eso, desde las bandas rivales llegan 20 pelotas desde cada una a nuestro área, porque ni Stankevicius ni Navarro presionan: reculan y en un momento se paran a un metro o metro y medio del rival por lo que éste centra sin ninguna dificultad por dentro o por fuera para que sus compañeron intenten marcarnos goles.

Y esa corriente incomprensible de no manejar un concepto base del fútbol como es la presión, conduce a que a cinco o seis metros de nuestro área Renato se quede mirando a metro y medio de distancia como un jugador del Getafe conduce la pelota con tranquilidad la pelota en dirección paralela a la cal del área buscando el momento de pasarla.

Renato lo mira sin intentar quitarle la pelota, a continuación Zokora hace lo propio hasta que ese jugador da una asistencia que nos cuesta el primer gol.

El Getafe chutó en más de cinco ocasiones a más de cinco u ocho metros de distancia de nuestra portería sin que a ningún jugador sevilista se le ocurriera salir a obstruir el disparo lanzándose sobre el atacante para quitarle la pelota o para que ésta se encontrara con su cuerpo no más salir de la bota del rival.

Desde hace dos años nuestros jugadores viven con la ley del menor esfuerzo físico. No es cierto que corran más que el rival porque este mueve la pelota, porque ni normalmente atacamos ni en defensa hacemos presión (que físicamente demando un esfuerzo mayor que el de pulular por ahí para estar delante de un rival y mirarlo como centra hacia otra zona que no es la mía y que otros se las apañen).

Hace dos años, Manolo Jiménez decidió que el equipo no atacaría, que esperaría al rival sin presionarlo esperando que el rival perdiera el balón por la fuerza de nuestra mirada o porque Palop las parara todas y más. Y dos años después de esa decisión, Antonio Álvarez es incapaz de revertirla, ni él ni nuestros preparadores físicos ni el afán de nuestros jugadores.

En el Sevilla hoy por hoy solo hay un jugador y medio que suele presionar a su rival, que es Adriano casi siempre y Zokora cuando le apetece.

Los demás, como Renato en el primer gol o en muchísimas fases del partido cuando toca ponerse el traje de faena, hacen lo que mejor saben hoy por hoy, que es mirar. Lo cual, además, es muy cómodo y si encima les pagan por ello muchísimo dinero, pues...

[masala]

...

Vaya, parece que comienzas a entender de fútbol... JojoJojOjojoJojOjO

¿En qué hilo tenías puesto eso que no lo he visto?

Pensamos de manera idéntica. Bueno, pensar tampoco mucho, directamente es lo que se ve cuando contemplas un partido del Sevilla más de 5 minutos seguidos.

Un saludo.

[hwuan]

Ayer lo definió perfectamente Pablo Blanco en una sencilla frase.

Esta defensa defiende a 8 metros del atacante, así nunca llegan a tiempo.

El único sostén de esta defensa y el único con capacidad para leer el pase y anticipar estará de baja 4 meses.

Otra línea que habría que cambiar casi al 70%.

[Er Moi]

De hecho, si no me equivoco, la cuesta abajo del Sevilla comienza cuando se lesiona Squillacci contra el Atletico de Madrid.

Pero bueno, no se de lo que se quejan algunos, ya tienen lo que querian. Espectaculo y goles. Ganar no es lo importante, no?

[masala]

De hecho, si no me equivoco, la cuesta abajo del Sevilla comienza cuando se lesiona Squillacci contra el Atletico de Madrid.

Pero bueno, no se de lo que se quejan algunos, ya tienen lo que querian. Espectaculo y goles. Ganar no es lo importante, no?

Ainnnnnnnnnnnnsssssssss...

Un saludo.

[Er Moi]

Ainnnnnnnnnnnnsssssssss...

Un saludo.

Un saludo.

Y no te tomes demasiado en serio la segunda frase.

[bmwrojo]

El equipo no presiona por que le falta condicion fisica y a estas alturas de temporada ya no se va a conseguir, o sea que lo llevamos clarito.



saludos

[masala]

Ayer lo definió perfectamente Pablo Blanco en una sencilla frase.

Esta defensa defiende a 8 metros del atacante, así nunca llegan a tiempo.

El único sostén de esta defensa y el único con capacidad para leer el pase y anticipar estará de baja 4 meses.

Otra línea que habría que cambiar casi al 70%.

Lo vengo defendiendo desde el año pasado. Hace  falta un central zurdo rápido (está claro que Drago cada vez irá a menos, y tardará más en coger la forma) y dos laterales que achuchen, tengan velocidad y ayuden en la salida de balón.

Y esto es tan importante como lo de solucionar las carencias en los mediocentros o en esa mediapunta donde Kanouté se nos va apagando poco a poco.

De los seis fichajes no me baja nadie. Y además es esencial que el futuro entrenador comprenda la realidad del futbol moderno. Se juega, osea, se defiende y se ataca en todas las parcelas del campo. No hay que esperar para defender a que la pelota llegue a las inmediaciones de nuestro área, ni se comienza a atacar cuando llegamos a los tres cuartos de cancha. Es más, se comienza a atacar según la manera de defender y comienza a defender mientras se ataca ocupando los espacios por todo el campo.

Estoy dispuesto a aguantar un año sin comernos un colín si sirve para trabajar a fondo en la recuperación y potenciación de estos conceptos. Y es que lo más doloso del asunto es que ya conseguimos poseerlos, pero no sé cómo, también tuvimos la irresponsabilidad de olvidarlos en vez de convertirlos en una de las señas de identidad de la filosofía futbolística de nuestro club.

Un saludo.